Un nuevo cachetazo de River en el estadio del máximo contrincante quedará grabado en la memoria de los hinchas. Esta victoria no solamente fue importante por el valor del resultado, sino también por el regreso triunfal de Marcelo Gallardo en la cancha que tantas alegrías le dio.
El Muñeco celebró como pocas veces se le vio el gol que le dio los puntos al Más Grande, luego de que Manuel Lanzini conectara un rebote de Sergio Romero tras el remate de Facundo Colidio. Sin embargo, cerca de finalizado el encuentro, un accionar indigno de la parcialidad rival terminó empañando un momento para enmarcar en los cuadros del deporte rey.
Gallardo reaccionó ante los bosteros
Tras confirmarse la anulación del gol de Milton Giménez vía VAR, que de ser convalidado le hubiese dado el empate al conjunto del Riachuelo, un simpatizante descargó su bronca arrojándole al DT de River una botella de gaseosa. Un hecho que no solamente lo mojó, sino que además desató lógicamente su ira.
«Mugrientos de mierda», se leyó en los labios del entrenador en medio del tumulto en el campo de juego. Palabras que reflejaron el hartazgo contra expresiones de violencia que empañan el mayor espectáculo del fútbol local, como casi siempre sucede en esa cancha cuando el Millonario la visita.
«Se vive con mucha pasión el Superclásico, pero tiene que primar el respeto. Lamentablemente todavía queda gente que mancha este tipo de encuentros», expresó fervientemente el Muñeco en declaraciones para la prensa luego de que finalizase el cotejo entre los máximos rivales de la Argentina. Todo dicho y nada para objetar.
Enojado más no abatido, Gallardo celebró junto a sus dirigidos el merecido triunfo y dejó de lado aquella paupérrima circunstancia. Ya es uno de los técnicos que más veces ha ganado en el estadio del eterno adversario junto con Ángel Labruna y José María Minella. Otro capítulo para destacar su liderazgo en tierra enemiga.