Las divisiones inferiores del Club Atlético River Plate cerraron el 2024 con buenos resultados, destacándose la campaña realizada por el equipo de Quinta División. Bajo la dirección técnica de Javier Alonso, este conjunto finalizó en la cuarta posición de la tabla con 58 puntos, sellando la temporada con una goleada por 5-0 ante Deportivo Riestra.
Dentro de este plantel, uno de los nombres que más ha brillado es el de Bautista Dadín, delantero nacido en 2006 el Balcarce, que se unió a las filas del Millonario a través de una prueba cuando apenas era un niño. Fue el máximo goleador del equipo, convirtiendo nada menos que 24 tantos a lo largo del campeonato, a sólo uno del pichichi de la categoría.
Bautista Dadín, la nueva promesa de River
«Estoy muy contento por el año que hice, era lo que pretendía y me preparé para esto», manifestó el joven atacante en diálogo con la prensa. Más allá de sus destacadas cifras goleadoras, el pibe también se desempeña como capitán del equipo, una responsabilidad que comprende con gran madurez a su corta edad.
«Trato de ser un líder, de ayudar a mis compañeros, de estar presente. Sé que tengo que dar el ejemplo tanto dentro como fuera de la cancha», remarcó Dadín, quien se enfoca trabajando incluso a doble turno en los entrenamientos para no perder terreno. Todo esto va de la mano y ayuda a la confianza de cara al futuro.
La comparación con Julián Álvarez
En cuanto a su perfil futbolístico, el delantero se considera un atacante que le gusta asociarse, moverse constantemente en busca de espacios y diagonales para concretar de cara al arco rival. En ese sentido, admira y trata de emular a Julián Álvarez, uno de los jóvenes valores que logró consolidarse en el primer equipo de River después de transitar por el semillero.
«Hizo el mismo camino que yo en pensión, inferiores, es delantero, tiene características parecidas a las mías y lo miro mucho», destacó el juvenil, admitiendo que trata de copiarle al campeón del mundo todos los movimientos que hace. Y todos esperamos que pueda desempeñarse de igual o mejor manera en el campo de juego cuando le toque debutar en Primera.
Más allá de los objetivos deportivos, Dadín señaló que el Más Grande le ha inculcado valores fundamentales como la humildad, la solidaridad y la ayuda al prójimo. Con la mente puesta en seguir creciendo, el artillero se erige cen una de las grandes promesas de las categorías menores de River. Ojalá que su destino sea triunfal con el Manto Sagrado el día de mañana.