Nelson Cuevas es un nombre que ha quedado grabado a fuego en la memoria de los hinchas de River Plate, no sólo por aquel golazo frente a Racing sino también por su perfil bajo y su carisma, además de marcar también en el Superclásico del fútbol argentino. El delantero paraguayo, que supo vestir el Manto Sagrado entre 1999 y 2005, siempre se mostró cercano a los fanáticos, pero pocas veces se animó a revelar detalles íntimos de su paso por el club de Núñez.
Hoy, a sus 45 años y alejado del mundo del fútbol profesional, Pipino se dedica a una actividad completamente diferente en su país natal: dirige una empresa de excavación de pozos artesianos. Sin embargo, su cariño por River sigue intacto y, cada vez que tiene la oportunidad, no duda en hablar del Millonario, recordando anécdotas y nombres de aquellos compañeros con los que compartió vestuario.
Más allá de los recuerdos futbolísticos, una reciente entrevista a Cuevas ha generado revuelo en las redes sociales y entre los Riverplatenses. El exdelantero se animó a desempolvar viejas historias y a revelar un secreto guardado durante años: quién era el compañero más fiestero que tuvo en su paso por River.
La simpática confesión de Pipino Cuevas
En una charla distendida, Pipino no dudó en señalar a Cristian Castillo como el rey de la noche en aquel plantel campeón. “Por ahí anda Cristian Castillo che. A la mayoría nos gustaba la noche en ese plantel, como salíamos campeones cada año siempre teníamos una cuota para poder quemarla. La camiseta de River encara sola, billetera mata galán”, confesó Cuevas con una sonrisa.
Castillo vistió la camiseta de River entre 1998 y 2001, pero su paso por la institución no fue tan fructífero como se esperaba. Si bien no es un nombre tan recordado, su paso por Núñez lo marcó bastante en lo personal, ya que también realizó el curso de director técnico en las instalaciones del club. Llegó por pedido de Ramón Díaz, convirtió 17 goles en 50 partidos y luego se marchó, opacado por grandes talentos del semillero.
Pero la revelación de Pipino no se limitó a nombrar al compañero más fiestero. También se animó a destacar al jugador que más lo sorprendió por sus cualidades futbolísticas: Ariel Ortega. “El Burrito era un canchero bárbaro”, agregó Cuevas, reconociendo el talento inigualable del enganche. “Un fenómeno, un fuera de serie, era impresionante lo que jugaba Ariel sinceramente”, completó el paraguayo.
El recuerdo del gol histórico a Racing siempre vuelve a la mente de los hinchas. Un tanto que significó mucho más que tres puntos, un gol que encendió la ilusión de un campeonato que River finalmente conquistaría. La historia de aquel equipo campeón, con sus figuras, sus anécdotas y sus secretos, sigue viva en el corazón de los hinchas.
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