La reciente destitución de Fernando Gago como entrenador de Boca Juniors ha sacudido el mundo del fútbol argentino. Si bien la derrota frente a River Plate fue el detonante final, las grietas ya eran evidentes y las críticas cada vez más fuertes. ¿Alguien había anticipado este desenlace de manera pública? Sorprendentemente, sí.
Antes de que el Monumental se convirtiera en el escenario de una nueva derrota para el equipo del Riachuelo, y mucho antes de que Juan Román Riquelme tomara la decisión de cambiar de entrenador, un análisis certero comenzó a tomar forma en los estudios de ESPN: un comentario -aparentemente casual- de un reconocido periodista deportivo, que resonaría con fuerza tras el partido y la posterior salida de Gago.
El análisis del periodismo antes y después del Superclásico
Diego Latorre, visiblemente molesto por la actitud bostera en el Superclásico, no dudó en expresar su opinión sobre la estrategia implementada por Gago. Más allá del resultado en sí, lo que más le preocupó fue la falta de ambición y la evidente cautela mostrada por el equipo en el campo de juego.
“Jugar contra River, que ya tiene sus dificultades, y no hacerlo de igual a igual, habla de un complejo de inferioridad muy grande que va a tener que resolver Gago en el futuro. Es el primero que se defraudó, de querer cambiar y ser un entrenador moderno”, sentenció Latorre en aquel análisis. Sus palabras, en ese momento, parecían una crítica más al desempeño de un equipo que no lograba encontrar su identidad.
¿Un presagio del futuro? La frase que resonó tras la derrota
Pero Latorre no se detuvo ahí. Profundizando en su análisis, el periodista remarcó la dificultad que le estaba costando a Gago imponer su estilo de juego y la falta de contundencia en momentos clave. “No hay muchos equipos que hagan giros bruscos y jueguen bien”, añadió, dejando entrever que el cambio de esquema implementado por el entrenador no había dado los frutos esperados.
Sin embargo, la frase que realmente captó la atención de todos, y que hoy resuena con una fuerza inusitada, fue la siguiente: “No podés salir a la cancha de Boca como protagonista y después ir a la de River esperando dos jugaditas de Merentiel. Ése es un mensaje al jugador”. Una declaración que, a la luz de los acontecimientos, parece un verdadero presagio del futuro que ya llegó.
La salida de Gago, sin duda alguna, abre un nuevo capítulo. Ahora, la directiva del máximo rival deberá buscar un nuevo entrenador que pueda revertir la situación y devolverle al equipo la competitividad. Mientras tanto, las palabras de Latorre siguen resonando, como una advertencia sobre la necesidad de superar los complejos y enfrentar a River con ambición y determinación.
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