El fútbol, en reiteradas oportunidades, va más allá de la cancha, los goles y las victorias. A veces se trata de conectar con la gente, con las historias y con las emociones que trascienden al deporte. Y eso es justo lo que hizo Enzo Pérez, gran referente del Club Atlético River Plate, en una noche que quedará grabada en la memoria de un hincha por muchísimo tiempo.
Un encuentro inesperado
Los preparativos eran los habituales antes de un partido importante: concentración, foco en el rival y la energía de la hinchada palpitando en las afueras del estadio. Sin embargo, en el vestuario del Millonario se estaba gestando un momento verdaderamente especial, uno que no tenía nada que ver con tácticas ni estrategias de juego. Algo que iba directo al corazón.
Y es que, instantes antes de que el equipo de Marcelo Gallardo saliera a la cancha, el mediocampista sorprendió a todos con una iniciativa conmovedora. Se tomó un tiempo para recibir a un fanático muy especial, un hombre que había soñado con volver a pisar el césped de Núñez durante incontables décadas.
El hincha, que se desplazaba en silla de ruedas, fue acompañado por su nieto. El encuentro, que se viralizó rápidamente en redes sociales gracias a fotos y videos, se transformó en una muestra de la calidad humana del futbolista. La emoción era palpable.
Y hoy Enzo Pérez lo invitó al Monumental, lo recibió personalmente y le regaló su camiseta.
— Sudanalytics (@sudanalytics_) May 14, 2025
“TE PROMETO QUE NO VOY A LLORAR”.
Hermoso momento. pic.twitter.com/f3DqyWClIP https://t.co/vREF6q79Py
La breve charla entre el Riverplatense y el futbolista estuvo llena de risas, bromas y buena onda. Conocido por su carisma y espontaneidad, Pérez no dudó en salir con un comentario picante: “A ver si viene más seguido que jugamos bien”, desatando las risas de ambos. Fue una forma de aliviar la emoción y conectar con el fanático de manera genuina.
Setenta años de espera
La historia de este hincha es digna de ser contada. La última vez que había pisado el Monumental tenía apenas 13 años, allá por 1955. ¡Setenta años después! Su nieto, en un gesto de amor y admiración, decidió llevarlo por sorpresa a la cancha, en una noche especial donde la magia del fútbol se podía respirar en el aire.
Pero el gesto de Enzo no se limitó a unas palabras y un abrazo: fue aún más allá y le regaló al hombre su propia camiseta. Un detalle increíble que lo dejó completamente sin palabras. Este tipo de obsequios, pensados para un seguidor de corazón, son los que realmente quedan grabados para siempre.
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