¿Quién no se emocionaría con la idea de dirigir a River Plate? Para muchos entrenadores argentinos, es el trabajo de sus sueños. Y hay uno en particular que no lo oculta: Ángel David Comizzo. El exarquero del Millonario, referente de toda una generación, volvió a expresar su deseo de ponerse el buzo del Más Grande, como ya lo había hecho en otras oportunidades. Esta vez, puede que su anhelo se cumpla en el mediano plazo.
El vínculo de Comizzo con River es innegable. Dos etapas como jugador, 180 partidos defendiendo el arco más exigente del mundo, un cuarteto de campeonatos conquistados y un odio recalcitrante al rival de toda la vida. Una historia de cariño y pertenencia que lo marcó para siempre. Pero su pasión no se limita a los recuerdos, sino que se proyecta hacia el futuro, hacia una ilusión que lo motiva a seguir creciendo como director técnico.
«Lucho por eso, sería el summum»
En una reciente entrevista, el Zorro no se guardó nada. “Yo tengo un sueño que es dirigir a River. No sé si lo voy a lograr, pero no tengas dudas de que estoy luchando por eso”, declaró con convicción. Y agregó: “Tengo que ser cada día mejor entrenador en el lugar que estoy, en el club donde estoy tengo que prepararme y capacitarme para ser el mejor, porque uno nunca sabe, quizás por ahí mañana te llaman”. Una frase que demuestra su ambición y su predisposición a estar listo cuando se presente la oportunidad.
Actualmente, Comizzo se desempeña como entrenador del Atlético Grau de Perú, donde trabaja desde agosto de 2023. Pero su cabeza también está en Argentina, pensando en River y en la posibilidad de volver a vivir emociones fuertes con el Más Grande. “Sería el summum de mi carrera si me tocara dirigir a River”, sentenció, dejando en claro que es su máxima aspiración. Incluso, con una sonrisa, bromeó: “Lo dirigiría un mes y me voy a casa, no dirijo nunca más, ja”.
Una trayectoria en ascenso
La carrera de Comizzo como entrenador comenzó en 2008, al frente de Talleres de Córdoba. Desde entonces, ha acumulado experiencia en México y Perú, dirigiendo a equipos como Querétaro, Universitario (en tres ocasiones), Monarcas Morelia, Universidad César Vallejo y Deportivo Municipal. Una trayectoria que lo ha ido moldeando y preparándolo para afrontar nuevos desafíos, con la ilusión de que uno de ellos sea dirigir al equipo que más quiere.
Si bien la sombra de Marcelo Gallardo es larga y su continuidad en el club es una incógnita, el sueño del exarquero sigue vivo. Comizzo sabe que debe seguir trabajando duro y demostrando su capacidad para estar en condiciones de asumir el desafío porque, de no darse buenos rendimientos durante el resto del año, la dirigencia de River tendrá que ponerse a buscar un sustituto para el discutido entrenador actual. ¿Qué sucederá finalmente?
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