La pasión por River Plate que siente Yassine Bounou es un secreto a voces. El arquero, actualmente en el Al-Hilal de Arabia Saudita, ha manifestado en reiteradas ocasiones su deseo de vestir el Manto Sagrado en el futuro. Cada declaración suya genera una ola de entusiasmo entre los hinchas del Millonario, pero ¿será esta vez diferente? ¿Se cumplirá el sueño del guardameta y de toda la gente?
Un amor a primera vista
El vínculo de Bono con River no es reciente. El futbolista ha contado en varias entrevistas que su admiración por el club se remonta a su infancia, gracias a un ídolo que lo marcó para siempre: Ariel Ortega. “Un día, mi padre me regaló una camiseta de Argentina, del Mundial 1998. Cuando jugaron contra Inglaterra, el Burrito era el jugador más destacado, ¿no? La número 10… Bueno, entonces ahí empezó todo”, reveló el arquero hace un tiempo. Esa camiseta y la figura del Burrito encendieron una llama que nunca se apagó.
La última señal: ¿un guiño o una esperanza vana?
Luego de su destacada actuación ante el Real Madrid en el Mundial de Clubes, a Bounou le preguntaron nuevamente sobre su futuro y sus ganas de jugar en el Más Grande. El arquero no dudó en expresar su cariño por el club: “Yo siento que tengo familia en Argentina, en River”. Sin embargo, también fue realista y reconoció que hay muchos factores que pueden influir en una posible llegada. “El fútbol siempre son circunstancias. A veces las cosas se dan y otras veces no, depende también de contratos”, explicó.
La realidad del mercado y el contrato vigente
A pesar de la ilusión, la llegada de Bono a River no parece sencilla. El arquero tiene 34 años y un contrato vigente hasta mediados de 2026. Esto significa que, como mínimo, el Millonario deberá esperar hasta entonces para poder siquiera pensar en una posible negociación. Además, la situación económica del club y la competencia de otros equipos con mayor poder adquisitivo podrían complicar aún más las cosas. No obstante, está claro que la salida de Franco Armani se acerca poco a poco, y hay que suplirlo con jerarquía.
El deseo de es claro, y el cariño de la hinchada se nota por más que el futbolista nunca haya jugado en la institución de Núñez. Sin embargo, las circunstancias actuales hacen que su llegada al club sea una tarea complicada. El tiempo dirá si el destino logra unir a River y a Bono. Por ahora, no queda más que conformarse con el sueño pendiente. ¿Qué sucederá finalmente?
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