La novela de Maximiliano Salas y su pase a River Plate sigue dando de qué hablar. Lo que parecía una simple negociación se convirtió en una guerra de declaraciones entre el delantero y la dirigencia de Racing Club, con el propio Diego Milito como principal protagonista. El silencio se rompió y las acusaciones volaron alto. El jugador arremetió contra el presidente de la institución de Avellaneda en el día de ayer, y hoy firmó su contrato para vestir el Manto Sagrado.
¿Qué pasó con la renovación?
Durante la última semana, el presidente de la Academia había lanzado fuertes críticas hacia River, acusando al elenco de Núñez de falta de palabra y de aprovecharse de la situación contractual del jugador. Milito se había mostrado visiblemente molesto por la ejecución de la cláusula de rescisión de Salas, calificando como decepcionante la situación. Sin embargo, el delantero salió a dar su versión de los hechos, y no se guardó nada al respecto
Las frases que incendiaron todo
Salas no sólo desmintió las declaraciones de Milito, sino que también lo expuso, revelando detalles de una negociación que, según el futbolista, estuvo marcada por el desinterés y la falta de reconocimiento. El delantero respondió punto por punto a las acusaciones del presidente de Racing, utilizando incluso las mismas palabras que Milito para expresar su propia desilusión.
“Nunca me quisieron aumentar un solo peso y para mí eso también fue una DESILUSIÓN”, declaró Salas, dejando en claro que la falta de una mejora salarial fue determinante en su decisión de cambiar de aires. Pero la polémica no terminó ahí. Milito insinuó que River había influenciado a Salas para que no renovara con Racing, pero el delantero lo negó rotundamente: “Cuando River me llamó (y a Racing también), días antes de viajar a Paraguay, todavía no me habían mejorado el contrato”, deslizó.
“Recién ahí se dieron cuenta de que yo existía y de que les iba a complicar la vida a ellos, y me ofrecieron el nuevo contrato cuando ya había interés de River. Jamás le di mi palabra a nadie, ni tampoco la mano. ESO ES ABSOLUTAMENTE FALSO”, sentenció el atacante con vehemencia. Además, cuestionó la actitud de la dirigencia de su antiguo club, acusándola de buscar un culpable fácil para justificar su propia falta de previsión.
“REITERADAS veces mi representante se acercó a pedir se me actualice mi salario y le dijeron que ‘siga demostrando’. Eso de que ‘nunca nos poníamos de acuerdo’ es totalmente mentira. Siempre fui de frente, pero es más fácil hacerme responsable de todo a mí que dar la cara y admitir que se equivocaron”, afirmó el delantero. Brutal.
La decisión final: dignidad por encima de todo
Finalmente, Salas explicó que su decisión de irse a River fue motivada por la falta de respeto y el destrato que sufrió durante meses. “Decidí llegar a River por dignidad, tras el destrato en Racing durante meses”, manifestó el futbolista, poniendo punto final a una historia llena de controversia y acusaciones cruzadas. Ahora, todas las miradas están puestas en su debut con la camiseta del Millonario y en cómo seguirá desarrollándose esta tensa relación. Con el Más Grande implicado severamente, puede que existan cortocircuitos en negociaciones futuras.
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