En el fútbol argentino, acostumbrados a las pasiones desbordadas, hay cosas que siguen sorprendiendo. Que el estadio de River Plate, el Monumental, se llene hasta las tribunas cada fin de semana no es una novedad, pero la magnitud de la hinchada sigue siendo asombrosa. Rivalidades, grandes jugadores, la atmósfera única del estadio… todo conspira para hacerlo un lugar inigualable. El “Maso”, como lo apodamos, sigue haciendo historia.
De la gloria pasada al presente imponente
Claudio Morresi, una pieza clave del River Plate campeón del tricampeonato de 1986 bajo la dirección de Héctor Veira, compartió sus impresiones en una entrevista con La Página Millonaria. En una charla que transitó entre anécdotas nostálgicas y reflexiones sobre el presente, el ex futbolista no dudó en expresar su asombro ante la renovación del estadio y el impacto que genera en los rivales. Su paso por el club, entre 1985 y 1988, lo conectan de manera especial con la institución.
“Si costaba antes, ahora…”
La pregunta obligada era sobre su visita al renovado Monumental. La respuesta de Morresi fue contundente: “Dije: ‘a la pelota’”. El ex volante describió la sensación que le produjo ver la cercanía de la hinchada y expresó su convicción de que, para los equipos visitantes, jugar en Núñez se ha vuelto una tarea aún más ardua. “Si costaba antes jugar en River, ahora debe ser otra cosa… tenés a la gente ahí, la hinchada cerca. Yo creo que River empieza ganando 1-0 cada partido”, declaró con una sonrisa.
El recuerdo del equipo imparable
Morresi, quien formó parte de un equipo considerado uno de los mejores de la historia de River, también se refirió al potencial que hubiera tenido ese plantel jugando en el Monumental actual. “Ese River que jugábamos nosotros, si jugábamos en el Monumental de ahora, éramos campeones galácticos”, comentó. Remarcó la importancia del apoyo incondicional de la hinchada y cómo eso los impulsaba a superarse en cada encuentro. “Sentís el cariño de la gente, es una cosa que te llena…”, añadió emocionado.
El vínculo inquebrantable
Más allá de su admiración por el estadio, Morresi admitió que, si bien ya conoció las nuevas instalaciones, no es asiduo al Monumental. Sin embargo, su vínculo con el club permanece intacto. “No voy mucho a la cancha, pero me emociona la gente”, confesó. Subrayó el afecto que recibe por parte de los hinchas y cómo eso lo llena de orgullo. En definitiva, un campeón que sigue sintiendo los colores y celebrando la grandeza de un estadio que se transforma y enamora
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