La noche santiagueña tuvo dueño y apellido: Gonzalo Montiel. En una función de alto vuelo, el lateral del elenco de Núñez brilló en la goleada 3-0 de River Plate ante San Martín de Tucumán por los 16avos de final de la Copa Argentina. Con autoridad, despliegue y olfato goleador, el campeón del mundo se llevó todos los flashes con un partido completo y un protagonismo inesperado en el área rival, incluso más certero en ataque que en defensa.
En un equipo que supo imponerse tras un arranque áspero, el Millonario dominó los tiempos, aceleró cuando tuvo que acelerar y terminó firmando un resultado que vale algo más que el pase de ronda: confianza y señales positivas en nombres claves que no venían bien, como el caso de Cachete. En dicho combo, el lateral derecho fue figura y dejó su sello en el arco contrario como pocas veces.
Una actuación que Montiel recordará por siempre
El primer grito nació de una acción bien de manual. Cachete apareció como si fuese un goleador clásico en el punto penal para capitalizar un gran cabezazo de Germán Pezzella y empujarla con determinación. En el complemento, ya con espacios, volvió a pisar el área: recibió de Facundo Colidio y definió con calidad, suave y esquinado (aunque con rebote mediante), para liquidar la historia.
No fue sólo oportunismo. Montiel interpretó cada jugada con precisión, eligió bien cuándo proyectarse y le dio profundidad a un River que, con paciencia y movilidad, terminó desarmando a un rival intenso. Del otro lado de la historia, el marcador reflejó el trámite: el equipo de Marcelo Gallardo fue superior y, a diferencia de otros grandes en esta copa, hizo valer su traje de candidato. ¿Alcanzará para ilusionarse?
La confesión del héroe: “Primera vez que hago dos goles”
Después del pitazo final, la figura de la noche se permitió una sonrisa amplia y una declaración simple que habla de su crecimiento ofensivo: “Primera vez que hago dos goles”. Igual, no se quedó ahí: el defensor puso el foco donde más le importa. “Lo importante es el equipo, que ganamos, que seguimos en la Copa Argentina y que seguimos asentando nuestra idea de juego”. Mensaje claro y alineado, aunque no hay que confundirse.
El propio Cachete explicó lo que se siente en la interna: intensidad, partidos cerrados y la necesidad de sostener convicciones. “Sabemos que esta copa es así, con partidos muy trabados, intensos, por suerte pudimos llevarnos la victoria”, soltó. Y apuntó a lo futbolístico, con un diagnóstico que ilusiona al hincha: “Vamos mejorando la idea de juego llevándola a los partidos”. Está claro que, para que la misma tenga una consolidación real, habrá que ver al equipo en acción frente a rivales de jerarquía, un tema que viene calando hondo desde hace ya varios años.
El otro tema de la noche: la sequía de Borja y una frase sin anestesia
Mientras las cámaras buscaban al héroe, otro foco se encendió: Miguel Borja desperdició varias chances nítidas de gol y otra vez mostró fastidio. El colombiano atraviesa una racha incómoda y los murmullos se sienten. Sobre eso, Montiel fue directo, con una línea que dejó pensando al hincha: “Siempre es bueno que nuestros delanteros conviertan. Pero primero está el equipo, y por suerte ganamos”. Frase tajante, priorizando el colectivo sin desproteger al goleador.
En el banco y en la cancha, los compañeros bancaron al Colibrí; sin embargo, esta frase del campeón del mundo deja mucha tela para cortar. El mensaje es claro: apoyo total, pero con la vara alta y el foco en rendir cuando las luces más encandilan. Teniendo en cuenta que el artillero cafetero se marchará en diciembre, la pregunta del millón -o de los 100 millones– no pasa desapercibida: ¿cuándo tendrá su oportunidad Bautista Dadín? Esperemos que sea pronto.
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