Con Gonzalo Montiel como inesperado goleador ante San Martín de Tucumán por la Copa Argentina, hubo otra historia gigante escribiéndose en silencio bajo los tres palos. En un partido sin demasiadas luces para el arco, Franco Armani volvió a ser noticia grande en River. El equipo ganó, pasó de fase y el Pulpo, sin estridencias, dejó su nombre pegado a un récord que emociona a todos.
Se había barajado la posibilidad de que Marcelo Gallardo descansara a su emblema en el arco para darle minutos a Jeremías Ledesma, pero el DT se inclinó otra vez por el campeón de América. Armani respondió con lo que mejor sabe: sobriedad, concentración y un par de intervenciones a tiempo para apagar cualquier amague de incendio. Nada épico, todo eficaz.
Y ahí está la clave del hito. Porque entre atajadas discretas y partidos correctos también se construyen rachas que quedan para la eternidad. Recién después del encuentro, y con la euforia por el doblete de Cachete, apareció la bomba estadística que pone al casildense en un pedestal que muy pocos han logrado alcanzar.
La cifra que lo pone a la altura del Pato Fillol
El exjugador de Atlético Nacional terminó con el arco en cero y alcanzó las 157 vallas invictas en 356 partidos, igualando nada menos que a Ubaldo Fillol. Sí, el mismísimo Pato, leyenda del arco de River y del fútbol argentino. La comparación se vuelve todavía más impactante con un detalle demoledor: Armani alcanzó ese número con 50 encuentros menos. Un dato que dimensiona su vigencia, regularidad y jerarquía en la institución de Núñez.
Mientras los flashes se iban con el héroe inesperado de la noche, el arquero de 38 años seguía labrando su legado a puro profesionalismo. Lo suyo ya no es moda: es constancia. Es un rastro de seguridad que River identifica como propio en las citas grandes y en esos partidos donde la concentración es la diferencia entre una anécdota y una marca histórica.
El próximo objetivo tiene nombre y apellido: Amadeo Carrizo
La vara ahora sube a un escalón épico. El nacido en Casilda va por Amadeo Carrizo, otro prócer absoluto del arco más exigente del mundo. El legendario guardián sumó 184 partidos sin recibir goles a lo largo de su estadía en el Más Grande: al Pulpo le faltan 27 para alcanzarlo. Y hay otro punto que enciende el asombro: Armani necesitó, hasta acá, 196 partidos menos que Amadeo para pelear ese récord. Lo que parecía imposible hace unos años hoy está de nuevo al alcance.
Distintas épocas, distintos estilos, misma estirpe. River, escuela de arqueros, vuelve a tener a uno de los suyos inscribiendo marcas que serán revisadas por generaciones. Cerca suyo, quienes rodean al Pulpo también lo enmarcan como lo que es: un líder silencioso y el tipo que te sostiene partidos cuando el trámite no ofrece margen. El vestuario lo respalda, el cuerpo técnico confía… ¿será suficiente para los partidos más pesados del calendario?
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