Desde que River pagó la cláusula de rescisión para sacarse de encima cualquier escollo, Racing no puede digerir que Maxi Salas haya terminado en Núñez. Apenas se hizo oficial la operación, Gustavo Costas y Diego Milito, entrenador y presidente de la Academia, largaron la primera andanada; ahora, Sebastián Saja, exarquero y actual dirigente, cargó la cortita para seguir con el debate que enciende a las hinchadas.
Los quejosos de Avellaneda no se guardan nada
El actual director deportivo del elenco de Avellaneda se sentó frente al micrófono de F12 en ESPN y hasta pareció contener la bronca: “Defendemos lo que sucedió desde nuestro lado. Después, los jugadores son libres de elegir dónde quieren jugar”. Su mensaje iba directo a la jugada de Marcelo Gallardo, el estratega detrás del mercado de pases del Millonario, quien con un par de mensajes de WhatsApp y varias charlas logró convencer al delantero.
Saja apuntó sin filtro al DT del Millonario: insistió en que el hábito en River es ir primero con el pibe y después con el club, una táctica que en Racing consideran poco profesional. “Antes que con el jugador, se habla con el ente que tiene el pase. Debe existir predisposición para negociar”, explicó ofuscado. Y mandó a la cara un guiño al entrenador de Gimnasia: “Orfila nos llamó por Germán Conti, ése es el camino a seguir”, expresó de manera contundente.
Hipocresía detectada: cuando uno hace lo mismo
Mientras tanto, en sus conferencias Gallardo arremetió contra la falsa moral del fútbol argentino, recordando que él pregunta de entrada si el otro club se anima a la venta. Eso llevó a que Costas admitiera que también suele contactar directamente a los futbolistas antes que a sus clubes, y esto llevó a que la crítica generalizada se volviese un búmeran difícil de aguantar.
El conflicto no termina con Salas. El colombiano Juanfer Quintero tenía una supuesta cláusula moral que lo alejaba de River hasta 2026, pero terminó firmando y volviendo al Monumental. Saja lo justificó sin vueltas: “Como dije, los seres humanos son más importantes que los profesionales. Quintero tenía un tema familiar en Colombia”. Y con tono resignado, cerró: “En el fútbol erramos mucho más de lo que acertamos”.
¿Quién ganó la pulseada?
En Avellaneda solamente quedan los tuits dolidos y las entrevistas quemadas. Mientras tanto, en Núñez festejan que arribaron nuevos refuerzos, aunque habrá que verlos a lo largo del semestre en el campo de juego para sacar conclusiones. La lesión de Salas es un tema que preocupa a todos y se espera su pronto regreso. Lo que queda claro es que esta guerra de oficinas está lejos de terminar y a nadie le conviene encender el teléfono: River ya demostró que llama antes que pase la tonada.
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