El orgullo de River Plate se siente más fuerte que nunca al contemplar la vista aérea del Estadio Monumental, ahora el recinto con mayor capacidad de Sudamérica. Cada vez que una multitud de más de 85000 fanáticos llena sus gradas, se revive la magia del fútbol argentino bajo una vista que parece sacada de un sueño.
Renovado al máximo, el Monumental despliega tribunas bajas inferiores de última generación y pantallas LED que convierten cada partido en un espectáculo visual. Las comodidades modernas se mezclan con la tradición, creando una atmósfera que solamente el gigante de Núñez puede ofrecer. ¿Habrá lugar para más remodelaciones y un techo en el corto plazo?
La historia que se oculta bajo los asientos
Detrás de la imponente arquitectura actual, una piedra fundacional marcó el inicio de una epopeya que ha trascendido generaciones. En este contexto, a foto retro que circuló en las redes sociales recientemente muestra cómo, antes de la inauguración oficial en 1938 con el amistoso contra Peñarol, ya se alzaban las tribunas Belgrano y San Martín, mientras la Centenario Alta se construía bajo la visión del estudio Aslan y Ezcurra. Toda una locura para la época.

El barrio que respira fútbol
El entorno del estadio no es sólo cemento y tribunas; el Barrio River se extiende sobre el antiguo hipódromo de 44 hectáreas rematadas en 1927, y las avenidas Figueroa Alcorta y Udaondo garantizan un flujo constante de hinchas que llegan cantando. En la esquina superior derecha, la Parroquia Santiago Apóstol, inaugurada el 31 de diciembre de 1932, sigue siendo testigo de las procesiones que preceden a cada encuentro.
La herradura que se cerró con un gol de oro
El momento clave llegó con la millonaria transferencia de Enrique Omar Sívori a la Juventus, cuyos fondos permitieron cerrar la famosa herradura de Núñez. Con ese capital se erigió la tribuna Almirante Brown baja, que con los años se transformó en la emblemática zona popular, llevando el nombre del legendario delantero.

Un legado que sigue escribiéndose
A lo largo de casi noventa años, el Monumental ha sido escenario de títulos, Superclásicos inolvidables y también de momentos de tristeza que forman parte del folklore Riverplatense. Las imágenes aéreas no solamente resaltan la arquitectura, sino que además reviven recuerdos de hinchas con canas y sorprenden a los más jóvenes, manteniendo viva la pasión que une a todos bajo el mismo cielo.
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