El fútbol argentino vuelve a dar de qué hablar, y esta vez no es por una jugada espectacular ni por un gol de última hora. La organización volvió a sorprender, pero no de la mejor manera. Este jueves, en una reunión del comité ejecutivo de la Liga Profesional, se tomó una decisión que generó un enorme repudio en las redes sociales y dejó a más de uno con la boca abierta.
Rosario Central recibió un trofeo oficial que, según se informó, cuenta como una estrella en su palmarés, es decir, como un título de liga. El Canalla terminó puntero en la tabla anual de 2025 con 66 puntos en 32 partidos, solamente considerando la primera fase. Sin aviso previo, sin competencia adicional, sin jugar una final, el club rosarino fue declarado campeón del fútbol argentino. La noticia, que se confirmó cuando el arquero Jorge Broun salió de la sede en Puerto Madero con el trofeo en sus manos, desató una ola de críticas y cuestionamientos.
¿Cómo se llegó a esta decisión?
La polémica no termina ahí. La medida parece estar vinculada a la posible supresión de la Supercopa Internacional, un torneo que enfrenta al ganador del Trofeo de Campeones y al mejor equipo de la tabla anual. Si se confirma la eliminación de esta competencia, Central recibiría una estrella sin haber ganado un título tradicional, al menos no uno que estuviera contemplado en el reglamento vigente. De terror.
Gonzalo Belloso, presidente de la institución santafesina, expresó su alegría tras recibir el trofeo: “Súper merecido para un club como el nuestro. Estamos felices”, declaró en sus redes sociales. Sin embargo, la felicidad no es compartida por todos. Los hinchas de otros equipos, especialmente los de River Plate, Boca Juniors y demás grandes del fútbol argentino, no tardaron en manifestar su descontento.
La reacción de los hinchas
Las redes sociales ardieron con mensajes de indignación. Muchos cuestionaron la ausencia de transparencia y la falta de claridad en las reglas. Otros señalaron que esto es un nuevo ejemplo del caos en la organización del fútbol argentino, donde las decisiones parecen tomarse sin consulta previa y sin respetar la tradición, con Claudio Tapia como el máximo responsable.
Central, por su parte, celebra. Pero la pregunta que queda en el aire es: ¿realmente merece una estrella un equipo que no ganó un torneo tradicional? ¿O esta decisión es sólo un parche más en un sistema que parece ir de mal en peor? El tiempo dirá si esta medida se consolida o si, como tantas otras, queda en el olvido. Lo cierto es que, una vez más, el fútbol argentino nos sorprende… y no para bien.
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