El 9 de diciembre de 2018 quedó grabado en letras de fuego en la historia del fútbol no solo para River Plate, sino para todo el mundo. Ese día, en el Santiago Bernabéu de Madrid, el Millonario logró una de las conquistas más épicas: la Copa Libertadores. Un gol definitorio, una noche mágica y un nombre que pasará a la inmortalidad: Juan Fernando Quintero. Pero lo que pocos esperaban fue la revelación que saldría de la boca de un jugador del equipo rival.
Aquella final contra Boca Juniors fue uno de los encuentros más electrizantes de los últimos años. Los dirigido por Guillermo Barros Schelotto llegaron a la revancha con una derrota en la Bombonera y la presión de defenders la corona continental. Darío Benedetto, entonces delantero del Xeneize, había sido una de las figuras del partido de ida al marcar un gol clave. En Madrid, su tanto temprano puso a Boca en ventaja, pero el destino estaba escrito de otra manera. Y en medio de esa batalla, un hecho inesperado terminó generando revuelo incluso años después.
El día que River escribió historia
El partido fue una montaña rusa de emociones. Benedetto, con su gol en elBernabéu, había puesto a Boca 1 a 0, lo que obligó a River a dar un paso al frente. Según el propio Rodolfo D’Onofrio, entonces presidente del club Millonario, su felicitación a Benedetto por ese tanto se convirtió en un meme histórico. Pero más allá del momento de tensión, fue en esa misma noche donde Juan Fernando Quintero se transformó en la figura incontestable.
“Cuando hago el gol pensé que éramos campeones, ¿cómo no lo voy a pensar?”, reveló recientemente Benedetto en una entrevista exclusiva con ESPN. Ese tanto, marcado en un momento crucial del primer tiempo, fue clave para desequilibrar un partido muy parejo. “Además, por el momento que estábamos teniendo nosotros, no nos ganaba nadie”, agregó el ex delantero del Xeneize, señalando la solidez defensiva que mostraba su equipo en ese momento.
Aunque el Millonario ya había vencido a Boca en dos Superclásicos ese mismo año —incluido la Supercopa Argentina 2017 en Mendoza—, ese encuentro en Madrid era otra cosa. “En el primer tiempo jugamos nosotros mejor. Juanfer Quintero es el que cambia el partido”, reconoció Benedetto, señalando precisamente el momento en que el colombiano ingresó al campo de juego.
Benedetto rompe el silencio
Fue allí cuando el entonces entrenador interino Matías Biscay (ya que Marcelo Gallardo estaba suspendido) tomó una decisión que cambiaría todo. Sin opciones como Borré, Scocco ni Mora, el equipo estaba parado en un esquema de 4-5-1. La solución llegó con la salida de Ponzio: Enzo Pérez pasó a jugar de 5, y Juan Fernando Quintero entró para darle ese toque ofensivo que el equipo necesitaba.
“Yo a Juanfer lo amo, me encanta cómo juega”, confesó Benedetto sin filtros en su charla con ESPN. Una frase que, a simple vista, parece increíble viniendo de un futbolista que momentos antes había enfrentado a River en una final mundial. Pero más allá de la rivalidad, el delantero reconoció la magnitud del talento del mediocampista colombiano: “Es un jugador diferente, con una calidad única para desequilibrar”.
El momento clave: cuando Juanfer cambió el rumbo
El ingreso de Quintero fue el punto de inflexión. El equipo riverplatense comenzó a manejar la pelota con mayor criterio y profundidad. Lucas Pratto empató tras una jugada colectiva destacada con I Nacho Fernández, y ya en el alargamiento llegó la joya: un golazo de Juanfer que puso a River 2 a 1. “Ese sablazo es inolvidable”, recordó Benedetto, quien admitió que ese tanto lo dejó sin palabras. En la última jugada, Quintero asistió a Pity Martínez, quien con arco vacío liquidó el 3 a 1.
“Después del gol de Juanfer, sentimos que el partido estaba nuestro”, analizó el ex atacante del Xeneize. Y no solo eso: en el alargamiento, el colombiano volvió a ser protagonista al repartir una asistencia mágica para el tercero. “Es uno de esos jugadores que, cuando tiene la pelota, te hace recordar por qué el fútbol es hermoso”, cerró Benedetto, dejando patente su admiración.
El hecho de que un ex jugador de Boca admita sentir “amor” por un rival, y menos por alguien que le anotó en una final histórica, es un testimonio único del respeto que Juan Fernando Quintero genera más allá de las barras. Su talento, su inteligencia y esa capacidad para aparecer en los momentos más complicados lo posicionan no solo como una figura de River, sino como una de las mejores figuras del fútbol sudamericano de los últimos años.
La confesión de Benedetto no solo ilumina la grandeza de Quintero, sino que también refleja cómo el fútbol, más allá de las pasiones y las rivalidades, puede unir a quienes saben apreciar el verdadero valor del juego limpio y la excelencia deportiva.


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