River Plate se ubica como puntero en soledad en la Liga Profesional del fútbol argentino, seguido muy de cerca por San Lorenzo de Almagro. Obtener este campeonato (que culminará en agosto) es una obligación para el Más Grande.
El torneo local no se le puede escapar al Millonario debido a varias razones: la necesidad de celebrar una conquista importante, la deuda que mantiene casi todo el plantel por haberle regalado la liga anterior al eterno rival, y el haberse sostenido como líder durante casi toda la competencia.
También es preponderante el hecho de ganar nuevamente protagonismo en el plano internacional. Hoy por hoy, River no tiene asegurada la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores de América y, aunque la tuviese, no alcanzaría con el plantel actual para pelear el título.
Ante este panorama, se torna primordial fortalecer la plantilla en el venidero mercado de pases con futbolistas de experiencia y jerarquía para no tener que sufrir contratiempos a la hora de presentar batalla. Cada partido será una final de ahora en adelante.
No podemos olvidarnos tampoco de la Copa Argentina, certamen de menor valor que los anteriores pero que al fin y al cabo debe tomarse con seriedad. En este concurso, lo ideal sería comenzar a darles minutos a las potenciales joyas de nuestras inferiores.
El dilema con el semillero y las incorporaciones
Lamentablemente, en los últimos años se ha observado poca eficacia de la dirigencia y los cuerpos técnicos de turno para armar planteles a la altura de lo que exige la camiseta más pesada del mundo.
Ni Marcelo Gallardo ni Martín Demichelis pudieron darles a sus equipos esa solidez que tanto se precisa en el fútbol de nuestro continente, más allá de que Micho comande hoy al plantel que lidera la tabla de posiciones del torneo doméstico. River gana, pero no asegura.
Las apuestas fallidas, las constantes lesiones, los jugadores que ya no tienen mucho para dar y la escasa mirada hacia las divisiones juveniles han generado que la gente tenga que sufrir la falta de garantías que debería otorgarle el equipo.
Por historia y exigencia, el Más Grande tiene que forjar en Primera a los pibes del semillero para que en un futuro no tan lejano puedan darnos alegrías a los hinchas, así como también incorporar futbolistas que se pongan la camiseta y rindan correctamente de entrada.
River tiene chances de cerrar varios refuerzos
Con el objetivo de brindarle al club un salto de calidad, las autoridades del Millonario ya comenzaron a moverse de cara al próximo mercado de junio y colocaron en carpeta a varios potenciales refuerzos.
Ramiro Funes Mori es quien está más cerca de retornar a la institución que lo vio nacer y lo catapultó hacia el exterior. El Mellizo llegaría en condición de libre tras su frustrado paso por el Cruz Azul mexicano, para así reforzar el puesto de central zurdo que tan venido a menos está.
Roberto Pereyra es otro ex-River con altas probabilidades de volver. El volante mixto finalizará su contrato con el Udinese italiano y no piensa renovarlo. Si bien le han acercado ofertas desde Turquía y Arabia, un llamado desde Núñez podría ser clave para lograr su regreso.
Luciano Vietto, quien viene de ser dirigido por el histórico Ramón Díaz en el Al-Hilal árabe, también culminará su vínculo el mes que viene y todo parece indicar que ansía volver a jugar en el fútbol argentino. Si bien sonó algunas veces en mercados anteriores, el rumor de un posible arribo al Monumental nunca fue tan fuerte como ahora.
Por último, en estos días surgió el nombre de Sebastián Boselli, defensor uruguayo que puede desempeñarse tanto de zaguero como de lateral por derecha. Actualmente milita en Defensor Sporting y negociar su traspaso no tendría trabas a nivel económico.
Lo cierto es que nada se puede afirmar con exactitud respecto a estas probables incorporaciones, salvo con Funes Mori que está prácticamente cerrado. Habrá que esperar para ver cómo se desarrollan las conversaciones entre River, los jugadores y sus representantes en las próximas semanas.