En un partido para el infarto, River Plate empató 1-1 contra Sporting Cristal en Perú por la fecha 4 de la fase de grupos de la Copa Libertadores, un resultado que no le sirvió de mucho al elenco dirigido por Martín Demichelis dado su flojo presente en la competición máxima de América.
Por si fuera poco, el Fluminense brasileño hizo su negocio en tierras bolivianas y cayó ante The Strongest, por lo cual el Millonario quedó en el último lugar de la tabla del grupo D. Ahora, River tiene la obligación de ganar los duelos restantes para clasificar a la etapa eliminatoria de la competencia, o bien aspirar al tercer puesto para entrar a la Copa Sudamericana.
Si bien el mundo River parece confiado debido a que los próximos encuentros se llevarán a cabo en el estadio Monumental ante más de 86000 almas locales, lo cierto es que este plantel no da garantías absolutas y la hinchada ha perdido la exigencia histórica que la caracterizaba.
Gran cantidad de la gente que asiste al recinto más grande de Sudamérica no se inmuta frente a la adversidad, no le transmite al equipo su descontento y esto genera que tanto jugadores como cuerpo técnico se sientan con el derecho de hacer papelones en el verde césped.
Armani y Díaz están bajo la lupa
Si hablamos de bajos rendimientos y errores constantes, quienes aparecen primeros en la lista (refiriéndonos a los partidos más recientes) son el arquero Franco Armani y el defensor Paulo Díaz. Son intocables para ciertos sectores de la hinchada y del periodismo, pero esto es River y nadie se salva de las críticas.
En cuanto al central, bien sabemos que no está a la altura de vestir la camiseta más exigente del mundo y jamás supo consolidarse como el caudillo que muchos raramente vislumbraban. Siempre en un juego importante aparece su típico error de amateur.
En la igualdad frente al conjunto peruano, el zaguero le entregó al guardameta una pelota que podría haber despejado hacia un costado de la cancha para no obligarlo a jugar con los pies (el punto más débil de Armani, sin lugar a dudas).
Luego de esta falla, el arquero de 36 años se encargó de servirle en bandeja el gol al rival, regalándole dicha pelota para la posterior definición al lado del poste. Otra mala salida que se suma a la reciente entrega versus Platense, que derivó en córner y luego en conversión debido a la floja respuesta de Armani intentando descolgar el centro.
Está claro que no podemos seguir viviendo de recuerdos. El Pulpo ya no le hace honor a este apodo que supo ganarse por sus numerosas y trascendentes atajadas en el pasado, no brinda seguridad bajo los tres palos y es hora de contar con alguien que le pueda pelear el puesto.
Guido Herrera, el arquero que gusta en River
Ante el tedioso panorama actual, desde la institución de Núñez tienen en mente salir al mercado a buscar otro arquero que compita con Armani pensando en el futuro cercano, aunque todavía no se sabe si las negociaciones concretas y formales iniciarán en junio o en diciembre.
Para poder pensar en reforzar el puesto, habrá que ver cómo se desempeña el actual portero del plantel en los próximos duelos importantes que se aproximan en el calendario Riverplatense. Todos ansiamos que vuelva a lucirse como en los viejos tiempos, pero es sólo un deseo que hasta ahora no se condice con la realidad.
Quien suena para arribar al Millonario en los próximos mercados de pases es Guido Herrera, arquero de Talleres de Córdoba que viene mostrando buenos rendimientos en los últimos años, llegando a convertirse incluso en el capitán del equipo que comanda Javier Gandolfi.
El cordobés de 31 años es una pieza clave en el Matador, siendo determinante en la -hasta el momento- tercera posición que sostiene el equipo en la Liga Profesional del fútbol argentino. Está en una edad ideal para ocupar la valla y todavía le quedan muchos años por delante en su carrera.
El arquero no vería con malos ojos dar el salto hacia un gigante como River, y todo parece indicar que habrá novedades sobre su situación cuando arranque el venidero mercado de pases. ¿Llegará finalmente en junio o tendremos que seguir esperando? Nuestra realidad nos marca que debemos resguardar el arco con suma urgencia.
