Ramón Ángel Díaz es todo un icono en River Plate gracias a su exitoso paso por el club, tanto en su rol de jugador como en el de entrenador. Campeón en todos sus ciclos, el Pelado es uno de los máximos ídolos de la institución de Núñez.
Ramón es palabra mayor en los pasillos del Monumental. Los hinchas lo aclaman por su gran habilidad estratégica y su personalidad amigable y carismática. Descubridor de talentos nato y mentor de otros tantos directores técnicos que surgieron en los últimos años.
Actualmente, luego de una gran trayectoria en el Al-Hilal, el Pelado se encuentra sin dirigir debido a problemáticas personales (entre ellas, el recordado incidente que tuvo uno de sus hijos). Para no perder la costumbre, de Arabia Saudita también se retiró campeón.
El último título del mítico técnico con el elenco árabe fue la Copa del Rey de Campeones, donde venció por penales al Al-Wehda el pasado 12 de mayo. Poco antes de disputar este encuentro, Ramón brindó una entrevista recordando un histórico momento Riverplatense.
El recuerdo de Ramón Díaz sobre la final de Madrid
El ex-DT del Millonario se tomó un momento para conversar con el sitio oficial de la FIFA, en el cual recordó la final de la Copa Libertadores 2018 entre los eternos rivales del fútbol argentino, que se jugó en el estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid.
Díaz, quien estuvo presente en la cancha junto con Miguel Ángel Russo, fue el encargado de ingresar el trofeo al campo de juego. El entrenador rememoró el impacto que el partido tuvo en los hinchas y la emoción que sintió al ver al club que lo vio nacer ganar la final de manera contundente.
«Fue increíble porque no se pudo jugar en Argentina, donde todos queríamos que se juegue, pero se dio en un estadio maravilloso y River fue ampliamente superior a su adversario en todo sentido, en lo táctico, en lo dinámico. Ganamos muy bien y lo recordaremos por siempre», sentenció el Pelado.
¿Los caminos del Más Grande y el legendario técnico volverán a cruzarse en un futuro? Es algo que todos los aficionados desean revivir al menos una vez más. Veremos qué depara el destino, aunque igualmente ansiamos que Martín Demichelis haya aprendido algo del gran Ramón.