Marcelo Salas tuvo una carrera brillante. Sus comienzos fueron en la Universidad de Chile y para mediados de los ’90 llegó a River Plate, donde mostró una versión impresionante en el equipo que conducía Ramón Díaz, conformando una delantera letal junto a Enzo Francescoli. Entre 1993 y 2003 jugó en el fútbol italiano y vistió camisetas pesadas como las de Lazio y Juventus.
A mediados de 2003 regresó al Millonario y permaneció en el club hasta que en 2005 se produjo su retorno definitivo a Chile (se retiró en 2008 en la U). Su trayectoria en el fútbol dejó una huella a nivel mundial. Representando la selección chilena tuvo un gran Mundial en Francia 1998.
El Matador de Temuco definió el juego de la Araña
El Matador brindó una nota en la que le consultaron por Julián Álvarez. El chileno sentenció lo siguiente: «Tengo una opinión muy positiva de Julián. Lo vi un par de veces en vivo, en Buenos Aires y en Santiago contra Colo-Colo, y la verdad es que es muy interesante. Es muy peligroso porque siempre está cerca del gol y lo demostró siendo una pieza clave para Argentina en el Mundial«.
«Es un jugador rápido e inteligente. En sus comienzos en el Manchester City hizo un par de goles y pareció que se estaba adaptando bastante, aunque después perdió un poquito de continuidad, pero terminó la temporada siendo clave en el equipo», analizó el Shileno, palabra autorizada si las hay.
Álvarez es pretendido por otros gigantes del Viejo Continente
Hoy en día, el pibe es un baluarte dentro del equipo de Pep Guardiola. Si bien no tiene la titularidad totalmente asegurada, alterna con otros compañeros y siempre que juega aporta su granito de arena. Ahora está siendo seguido de cerca por otros gigantes europeos.
Si se produce otra venta de Julián Álvarez, River se vería beneficiado económicamente por los derechos de formación del jugador, algo que no sucedió en su momento con el millonario traspaso de Marcelo Salas dado que surgió del fútbol chileno. ¿Qué sucederá en el futuro cercano?