Sebastián Driussi está viviendo un presente inmejorable en River. Tras un período de adaptación y búsqueda de su mejor versión, el delantero parece haber encontrado el camino al gol, convirtiéndose en una pieza clave en el esquema de Martín Demichelis. Su reciente actuación en el Superclásico no solo significó un tanto importante, sino también una nueva muestra de su entrega y pasión por la camiseta.
El atacante, que regresó al club de sus amores con la ilusión de volver a ser protagonista, ha comenzado a responder a las expectativas. Después de un inicio de temporada con pocos gritos, Driussi se destapó en los últimos encuentros, anotando goles importantes que le valieron el cariño de la afición. Este resurgir goleador ha levantado el ánimo en el equipo y lo ha consolidado como una de las figuras ofensivas.
La picardía del Gordo: ¿Un mensaje para Boca?
Lo que pocos esperaban era la forma en que Driussi celebraría su gol contra Boca. Más allá de la euforia natural que genera un gol en un Superclásico, el delantero decidió utilizar sus redes sociales para dejarle una sutil, pero efectiva, chicana a los xeneizes.
En su cuenta de Instagram, Driussi publicó una foto de su festejo, con las manos abiertas y las palmas hacia arriba, acompañada de algunos emojis y la canción “Llegó tu papi” de Sabroso. Una clara referencia a que, en este enfrentamiento, River había superado a su eterno rival. La publicación rápidamente se viralizó, generando una ola de comentarios y reacciones entre hinchas de ambos equipos.
Este gesto no es casual. Driussi es un jugador que siempre ha vivido con intensidad el clásico, mostrando una gran conexión con la afición de River y una clara rivalidad con Boca. Su historia goleadora contra los de la Ribera, con tantos convertidos en 2016 y 2017, lo confirman.
¿Un gesto familiar detrás del festejo?
Pero la historia detrás de la celebración de Driussi va más allá de la rivalidad. Sus festejos, caracterizados por ese gesto de las manos abiertas, tienen un significado especial ligado a su familia.
Según explicó su esposa, Vanesa Monteverde, este ademán surgió a partir de un juego con su hijo, quien comenzó a realizarlo en casa. El delantero decidió replicarlo en el campo de juego como una forma de dedicarle cada gol a su pequeño y compartir con él la alegría de sus conquistas.
Así, el gesto que muchos interpretaron como provocador, tiene una raíz mucho más profunda y emotiva, demostrando que, detrás del futbolista competitivo, hay un hombre de familia que busca compartir sus logros con sus seres queridos. Driussi, con su juego y sus gestos, continúa escribiendo su historia en River, generando emociones y pasiones en cada partido.
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