Sebastián Driussi está viviendo un presente inmejorable en River. Tras un período de adaptación y búsqueda de su mejor versión, el delantero parece haber encontrado el camino al gol, convirtiéndose en una pieza clave en el esquema de Marcelo Gallardo en los últimos encuentros. Su reciente actuación en el Superclásico no sólo significó un tanto importante, sino también una nueva muestra de su entrega.
El atacante, que regresó al club con la ilusión de volver a ser protagonista, ha comenzado a responder a las expectativas. Después de un inicio de temporada con pocos gritos y muchos cuestionamientos, Driussi se destapó en los últimos partidos, anotando goles importantes que le valieron una nueva oportunidad. Este resurgir goleador ha levantado el ánimo en el equipo y lo ha consolidado como una de las figuras ofensivas.
¿Un mensaje para los bosteros? La picardía del Gordo
Lo que pocos esperaban era la forma en que Driussi celebraría su gol contra Boca. Más allá de la euforia natural que genera convertir en el partido más importante de la Argentina, el delantero decidió utilizar sus redes sociales para dejarle una sutil -pero efectiva- chicana al rival de toda la vida. Este gesto no es casual: el jugador siempre ha vivido con intensidad el clásico, mostrando una gran conexión con la hinchada del Millonario y una clara rivalidad contra el equipo del Riachuelo.
En su cuenta de Instagram, Driussi publicó una foto de su festejo con las manos abiertas y las palmas hacia arriba, acompañada de algunos emojis y la canción “Llegó tu papi” de Sabroso. Una clara referencia a que, en este enfrentamiento, el Más Grande había superado nuevamente a su eterno contrincante. La publicación rápidamente se viralizó, generando una ola de comentarios y reacciones entre hinchas de ambos equipos.

¿Un gesto familiar detrás del festejo?
La historia detrás de la celebración de Driussi va más allá de la rivalidad. Sus festejos, caracterizados por ese gesto de las manos abiertas, tienen un significado especial ligado a su familia. Según explicó su esposa, este ademán surgió a partir de un juego con su hijo, quien comenzó a realizarlo en casa. El delantero decidió replicarlo en el campo de juego como una forma de dedicarle cada gol a su pequeño y compartir con él la alegría de sus conquistas.
Así, el gesto que muchos interpretaron como provocador, tiene una raíz mucho más profunda y emotiva demostrando que, detrás del futbolista competitivo, hay un hombre de familia que busca compartir sus logros con sus seres queridos. Driussi, con su juego y sus gestos, continúa escribiendo su historia en River, generando emociones encontradas en cada partido.
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