El fútbol argentino siempre ha sido apasionante, y cuando se trata de River Plate, la emoción se dispara. En las últimas horas, un nombre volvió a sonar con fuerza en el imaginario de los hinchas del Más Grande: Yassine Bounou. El arquero marroquí, conocido popularmente como Bono, ha sido claro muchas veces en su admiración por la institución Núñez y, expresando su deseo de vestir el Manto Sagrado.
Bono es un jugador consagrado en Europa, figura en un Mundial y con presente en Arabia Saudita. Su calidad y experiencia generan que cualquier club del mundo desee tenerlo en su plantel. Y es justamente eso lo que hace que River tenga una ventaja: el marroquí es fanático del equipo que actualmente dirige Marcelo Gallardo. En una entrevista, el arquero reiteró su amor por el fútbol argentino y su deseo de tener una experiencia en el país.
La declaración de Bounou
En su conversación, Bounou fue claro nuevamente: “Es un sueño que tengo desde hace mucho tiempo. No es fácil porque en Argentina no es sencillo entrar, pero siempre está ese cariño y la buena onda de la gente. Me gustaría jugar en el fútbol argentino”. Estas palabras nos hacen entender la profundidad de su deseo de jugar en River y, a la vez, la dificultad que implica concretar dicho sueño.
Además, en otra entrevista (con TyC Sports, reconocido medio local), respondió a la pregunta de un posible llamado de Gallardo. “Cuando me encontré al Muñeco acá en Arabia sentí que era alguien de la familia cuando lo saludé. Le di un abrazo y le agradecí por todo. Cuando llegue la oportunidad, ojalá pueda estar bien preparado, que es lo más importante”. Esto nos demuestra la predisposición a responder positivamente ante una probable propuesta del entrenador.
La esperanza de los hinchas
La declaración de Bono ha generado una gran expectación entre los hinchas de River. La posibilidad de que el famoso guardameta pueda vestir la camiseta del Más Grande en algún momento es un sueño que muchos desean ver cumplido. Aunque el marroquí ha sido claro en que no es fácil concretar su deseo, la esperanza sigue viva. Y es justamente esto lo que hace que el fútbol sea tan apasionante: la incertidumbre y la posibilidad de que los sueños se vuelvan realidad.
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