El Mundial de Catar está plagado de grandes jugadores. Uno de los protagonistas ha confesado su admiración por el Millonario.
Culminada la competencia oficial para los clubes y con la Copa del Mundo en marcha, todos los hinchas se enfocan en seguir el fútbol de selecciones. En fechas a las que no estamos acostumbrados, la pelota ya se mueve y se vive la pasión del fútbol internacional en territorio asiático.
Si bien muchos nos concentramos en nuestro seleccionado nacional, no podemos dejar de seguir los demás -siempre atractivos- partidos mundialistas. Cada país cuenta con futbolistas de alta jerarquía, incluso los combinados que se presentan como «más débiles» en el certamen.
Tal es el caso de Marruecos, un equipo sin tanto renombre histórico, pero con algunas estrellas y grandes jugadores en la actualidad. Para muchos, quizás el más resonante del plantel sea Achraf Hakimi, exfutbolista del Real Madrid que hoy viste los colores del PSG; sin embargo, quien se destacó en la jornada de hoy fue Yassine Bounou, mejor conocido como Bono.
El arquero marroquí, de gran momento en el Sevilla, volvió a mostrar sus dotes ante el subcampeón del Mundial anterior (Croacia) siendo clave con sus atajadas. Es actualmente uno de los mejores en su puesto, pese a no tener la relevancia que merece al no desempeñarse en un gigante europeo.

Cuesta encontrar arqueros mejores que él en el Mundial, y por eso llama la atención el hecho de que esté identificado con River. El guardameta ha expresado en reiteradas ocasiones su fanatismo hacia el Más Grande, incluso llegando a visitar el Monumental para ver partidos y alentar al equipo.
Sin ir más lejos, Bono reveló que llamó Ariel a su mascota por su admiración hacia el Burrito Ortega. Indudablemente, un ejemplo de cómo el fútbol argentino logra despertar pasiones en todo el orbe, desde Sudamérica hasta Marruecos e incluso Japón. Y ni hablar de la popularidad del Millonario a nivel mundial, que cada día crece más.
Según contó el arquero hace un tiempo, su amor por La Banda viene prácticamente desde la cuna. «Cuando éramos pequeños, nos ponían mucho fútbol argentino: ahí nació la pasión. Mi perro se llama Ariel por Ortega; el Burrito siempre fue uno de mis preferidos, pero ahora vemos que va desapareciendo este tipo de futbolistas», sentenció el marroquí.